¿Quién decidí ser?

Como todos he pasado momentos muy felices, procesos difíciles, rompimientos, amores, alegrías, primeras veces, aburrimientos, peleas, etc.
Hoy comprendí que la mayoría las he pasado por mis decisiones, un par nada más las prepara ya el destino para ti y ni porque te quites deja de llegar.
Al entender esto cambio algo en mi, porque ya no estaba dispuesta a experimentar muchas cosa nuevas, empecé a dudar más, tenía miedos frecuentes porque tomar una decisión iba repercutir en mi ahora o más adelante.

Así que por miedo empecé a dejar de ser yo, cambie mi forma de vestir, mi forma para hablar, cambie mis amistades, cambie mis pensamientos y empecé hacer lo que para ellos estaba bien.
Quería pertenecer con todas mi fuerzas, porque me sentía segura allí, porque pensaba que iba a tener éxito, si ellos decidían por mi.

Probablemente me perdí en el intento de ser alguien más, tratando de agradar a personas que no conozco, me aleje de mi familia, de mis creencias, de los que para mi era bueno, de mis hobbys y deje regada mi esencia con cada paso.
Con el tiempo me empecé a adaptar, a ser como ellos, llegue a creer que realmente lo que hacía era lo correcto y que está era la única forma para no fracasar.

No puedo decir que este cambio fue malo, porque me ayudó a cerrar ciclos en mi vida, fue como cuando te prestan unos lentes de color morado y ves todo de ese color, realmente pude ver las cosas de un diferente punto de vista, logré romper ese muro que había en mi, deje de ser esa persona dura y fría que solía ser. Me perdone y aprendí a perdonar, entendí muchos traumas en mi vida, pero también me Di cuenta que toda la vida había sido extremista, que jamás he tenido un equilibro con nada y tanto de esto también me estaba perdiendo.

Definitivamente que todo necesita un balance en tu vida, ni por muy buena que sea, todo tiene un punto que te enseña a poder mantenerte, pero si te vas con todo tu peso hacía alguno de los dos extremos seguramente te vas a caer.

Yo siempre había pensado, soy blanco o negro, pero gris jamás, el gris no te define, el gris te hace ser desapercibido, el gris parece que no tiene personalidad, este color no destaca con nada y para mi ser una persona con estas características era algo imposible.

Hoy pensando en todo lo muy mala que he sido y en todo lo muy buena que me convertí, me di cuenta que no me siento feliz, siendo ninguna de las dos. Que soy un ser humano que probablemente de cinco veces que intente cuatro voy a fallar, pero realmente eso es lo que me ha hecho quien soy.
No puedo tener miedo a decidir, fracasar y que vuelva a pasar. Por que totalmente allí en esos fracasos va venir el acierto. Pero tengo que buscarlo, tengo que moverme, no puedo fingir ser un árbol, que respira, siente, pero no dice lo que siente, que jamás hará lo que quiere Por que allí lo quisieron plantar.

Yo no tengo raíces en ningún lugar y puedo decidir que es lo que me hace feliz, a quien amar, a donde ir, tengo derecho a pensar diferente y querer ir contra la corriente de vez en cuando.
Tengo aún mucho que aprender, mucho que vivir, mucho que conocer, tengo aún tiempo de descifrar quien quiero ser y tomar todas las decisiones que me lleven a esto, pero tengo que confiar en mi, perder el miedo a caer, porque las piernas no me van a faltar, para poderme levantar e intentarlo una vez más, tengo que quitar de mi mente esos pensamientos retorcidos y tan negativos de todo lo que hago, dejar que todo fluya, amarme y soltarle más el hilo a este barrilete porque sino jamás podrá volar tan alto como quisiera.