SOS VOS
He conocido un niño, lindo pero muy pequeño para mi. Me encanta verlo de lejos y ver como sonríe, cada vez que lo hace me recuerda a mi a esa edad, sin ninguna preocupación y con la vida tan resuelta que ni yo misma sabía que la tenía.
Una noche salí con unas amigas, fuimos a un toque donde bailamos hasta que destruimos nuestros tobillos, casi cuando estábamos volando cerca de galaxia y sintiendo el sol en nuestras entrañas; bailando con los ojos cerrados sentí como una persona bailaba a mi alrededor, al abrir mis ojos vi una sombra muy alta, era un hombre que con su camisa formal y su peinado para un lado; me seducía con sus movimientos llevándome a querer aterrizar en su pista.
Bailamos un par de horas y formamos un sistema solar, yo era el sol y él un planeta que giraba a mi alrededor, era imposible dejar de ver sus ojos con un color entre océano y verde esmeralda, sonreía solo con verlo y él no podía dejar de acariciar mi cintura.
De repente necesitaba bajar del séptimo cielo y ver claramente quién era, caminamos hacia la tierra y nos sentamos, yo en medio de sus piernas y me tenía abrazada con sus brazos tan grandes, cabía completamente dentro de él. Como pude le dije un par de palabras, pero realmente era imposible que mi cerebro se conectara con el resto de mi cuerpo, mientras le tocaba el pecho y me recostaba en él, simplemente cerré mis ojos y sentí unos labios sobre los míos; este chico estaba besándome y volví a volar otra vez pero no podía detenerme nada.
Fue el beso más apasionado que me he dado con un acompañante de baila y le pregunte: ¿cómo dijiste que te llamabas?
- él sonrió y me dijo, soy yo el niño de siempre.
Realmente no sabía como ese niño se había transformado en hombre esa noche, no entiendo como no pude reconocerlo. Pero eso no importaba ya, fue el beso que me había estado buscando; fue el único baile que me cautivó y fueron sus brazos los que me hicieron encender mi motor.
- Esto no está bien, creó
Y volvimos a besarnos hasta que se nos desgarraron los labios.
Volvimos a la pista en donde por los distractores lo perdi de vista y seguí con mi viaje.
La mañana siguiente me fui sin verlo y sin recordar lo que había pasado; hasta que lo volví a ver esa noche en aquel lugar.
Me pregunto:
- ¿ Te han gustado mis besos? Porque me encantaría poder repetirlo.
Le contesté:
- sin duda me han encantado tus labios, pero lamento lo sucedido, no recuerdo como pasó, ni en qué momento llegamos a esto. Me disculpo si me he portado precipitada.
Él:
- Como paso es lo de menos, lo importante aquí es si puede volver a pasar y si te ha gustado. Porque a mi me enloqueciste desde ese día y no he podido dejar de pensar en ti.
Yo:
- pense: Creo que es conveniente que se repita para saber si lo que he sentido existe
Y le dije:
- puede ser que unos besos estén bien y le sonreí.
Nos besamos de nuevo, reconociendo nuestros fluidos y adaptándonos exactamente a cada movimiento y esto comenzó a arder nuevamente; este niño que aquella noche fue un hombre, es el que hace que se encendía todo dentro de mi y me hacía despegar los pies de la tierra.
Como puede hacer que sienta todo en un segundo, es como que subo al cielo, como un cometa y siento el viento en cada parte de mi cuerpo. En el punto más alto, casi cerca del sol y bailando al son de sus latidos.
Inesperadamente a provocado fuego dentro de mi y me ha ocacionado una erupción de amor, es algo incontrolable que crece desmedidamente.
Justamente ahora lo estoy viendo a los ojos y aún no comprendo que ha pasado, he dejado que su corriente me lleve, me he inundado de su amor y me he mojado entre su río.
Solo puedo decir que este niño se ha robado una parte de mi, que no sabía que aún tenía. Me ha hecho sentir tanto en tan poco tiempo y me ha dado más amor del que a mi edad pude haber recibido.
Continuará
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