Corazón encendido

Hoy examinaba mi corazón y para mi sorpresa el resultado fue que tiene mucho amor por dentro. Realmente se que tengo muchos sueños, metas e ilusiones en mi vida, que las veces que he intentado amar y no ha resultado bien, no quitan mis ganas de seguir Amando, siempre estoy dispuesta a volver hacerlo; con la diferencia que está vez voy a decidirlo cuando papá me diga que es tiempo, es tan increíble lo que mi corazón puede sentir, porque no tiene miedo de ser juzgado, no tiene miedo de querer casarse, darlo todo, llorar, sentir y saber que jamás piensa en si recibirá algo a cambio.
He descubierto que estoy hecha de imperfectas partes, probablemente algunas aún en construcción, porque sigo siendo moldeada, pero me encanta saber que todos esos pedazos que estuvieron rotos, sirvieron para hacer algo aún más hermoso.

Se que soy frágil, no débil, sino una mujer frágil, que tiene que ser tratada con cuidado y amo serlo porque no cualquiera puede con las copas frágiles, no es tan hechas para todos. Amo saber que mi corazón ha sido aplastado, molido, arrugado y quebrado; porque debido al estado de polvo que se encontraba ha podido tomar un curso iniciando desde cero, definitivamente que sin todo esto no sabría amar de la forma que he aprendido.

Hoy sólo me Di cuenta que Jesús ha tomado todo en mi y ha hecho algo increíble e indescriptible, que con todo su amor me a hecho nacer desde mis cenizas y este renacimiento ha sido lo mejor que me ha pasado. Tengo que decir que el aprendizaje a sido duro, difícil y a veces doloroso, pero todo me ha servido, todo me ha enseñado, todo me ha hecho la mujer que soy ahora, tan sonriente y tan llena de amor para dar; se que necesitaba este proceso para empezar a florecer de la forma correcta.

Esta noche es hermosa y sólo quiero que tu pienses que ha hecho el dolor contigo?, que haN hecho las heridas en tu corazón?, que has aprendido? Quien sos ahora? Aún quieres amar?. Y si tu respuesta a la última pregunta fue No, no has aprendida nada aún, repasa tu vida y ama tu proceso; porque todos hemos nacido para amar y ser amados.