Con los pies en la tierra

Hoy pensaba en donde estoy parada, vinieron varias cosas a mi ; quise ver en donde empecé mi camino, en donde me desvíe y a donde me ha llevado.
Me Di cuenta que todo inicio es bueno, es cuando más energía tienes, que hay tanta actitud, que aunque te salgan mal las cosas, tienes pensamientos positivos, luego empieza la segunda fase, que es como la continuación de decisiones tomadas, consecuencias, como cuando aceptas un trabajo y no te dicen todo lo que viene al estar bajo su presión y te dan más de la cuenta, pero ya no puedes decir que no. Luego sigue la fase 3 donde todo se pone duro, que todo te cuesta más, que ya no vienes con la misma energía y ya estás cansado, cuando se te juntaron varios problemas, cuando te das cuenta que hay varias cosas sin resolver y allí decides enfrentarlo o perderte.
Fase 4 para mi fue perderme, actuar irresponsable y ser impulsiva, perderme en un absoluto descontrol. Siguió fase 5 donde ya te cae el veinte de lo que hiciste, de lo que perdiste, de lo que realmente importa y de lo que quieres hacer. La fase 6 fue aceptar, perdonar, amar y cambiar, una de las más difíciles, pero dependiendo del corazón y tu guía será el tiempo que te lleves en pasarla.

Y hoy atravesando la fase 7, una que probablemente creí que jamás llegaría, donde el aprendizaje ha sido la palabra diaria, donde la paz ha sido mi llave, el amor ha sido mi hogar, la sabiduría ha sido mi vestimenta y Dios ha sido mi vida. Estoy segura que llegar a esta séptima etapa me ha costado lágrimas y dolor, pérdidas y rupturas de corazón, pero ha valido cada segundo de estos 26 años, que han cambiado mi mundo, que prácticamente he tenido que morir para vivir otra vida. Pero he amado volver a nacer y que aunque pareciera que perdí el tiempo haciendo lo que no tenía, gane algo mucho más grande, una vida nueva.

Amando la vida, disfrutando mis procesos, entendiendo las dificultades y hasta hoy puedo decir se han contestado mis preguntas.

Como cuando estas subiendo un volcán y crees que lo más difícil es llegar hasta arriba, te das cuenta que te costó la subida, en tu mente crees que llegar a tierra va ser lo más sencillo y empiezas a descubrir que aunque pases por el mismo camino ya no es lo mismo, ni la energía, ni tu ropa, ni el clima, que para bajar probablemente tengas que resvalar un par de veces, que está más oscuro de cuando empezaste y que no sabes que fue lo que te llevo a subir, pero una vez tocas tierra tus pisadas son diferentes, tu alegría es otra y tienes otra perspectiva de lo que ya probaste.

Pero esta fase ha sido increíble, ha creado en mi más amor de como empecé, la energía no es la misma, pero por que ahora es diferente no viene del mismo foco, que el recorrido cambio tanto mi sentidos y mi corazón, que no puedo decir que me conoces.
Totalmente he crecido, mentalmente me conozco y mi corazón ha llegado a ser 33 veces más grande de lo que era.

Ha valido la pena cada uno de esos que creí errores o accidentes y que algunos me han salvado la vida.

Hoy tal vez tu probablemente no entiendas en que fase estas, tal vez sos como yo, que hasta estar en la séptima te darás cuenta o sos tan inteligente que ya pudiste reconocer en donde estas, todo lo que estás pasando hoy hará en ti lo que serás mañana, sólo el oro tiene que pasar por horno para que tome la forma correcta y si estás siendo procesado fuertemente tienes un valor muy alto.

Hay que entender que lo mejor no llega fácil y mucho menos rápido, que lo mejor cuesta, pero lo increíble esta por encima de esto, ¿Hacia dónde estás apuntado?
Los problemas, los malos amores, los accidentes, los errores, las enfermedades y las pérdidas te catapultan, te abren los ojos, te ablandan el alma, te vuelven sabio, te hacen conocerte, te permiten tocar fondo para después de eso saber que ya no hay un piso más abajo y que lo que hagas de allí para adelante te hará subir.