Amarillo

Te vi tan pequeño, tan inocente, sin duda con tu mirada tan penetrante y sin querer soltar de tu vista mi sombra.
Probablemente esa primera vez que te vi, jamas me hubiera imaginado que serias parte de esta historia, tan solo tenía 7 años.
Recuerdo muy bien que nos hicimos novios de esos de palabra, de los cuales les da pena verse a los ojos, un par de niños inocentes. Tuyos fueron los primeros labios que conocieron mis besos.
Como olvidar esa carta en donde me declarabas todo tu amor, con un dalmata en el centro, "siempre me encanto como dibujabas" Podría asegurar que en ese momento de mi parte, solo era atracción, así que los dos tomamos caminos diferentes y seguimos siendo amigos.

Los dos por su lado conocimos al amor de nuestras vidas, probablemente con las personas que mas duramos, a las que mas les entregamos y las que mas nos lastimaron.

Nuestras vidas se tornaron con rumbos muy diferentes, yo con tan solo 17 años ya tenía un hijo ¿y tú? Tu estabas de aca para allá, sin ningún destino final, obviamente acorde a tu edad. Y nos volvimos a topar ya a los 18 años, fue nuestro primer encuentro y después de eso nos dimos cuenta que habia algo más que teniamos en común.
Tres meses fueron suficientes para despedirnos y continuar.
Puedo decir que nuestras decisiones nos alejaron aún más, yo nuevamente embarazada ¿y tú? Con nuevas ideas de la felicidad, probablemente con más números telefónicos que la guía .

De mi parte quedo algo inconcluso, sin embargo decidí omitir ese pensamiento y verlo desvanecer con el tiempo.
Probablemente los dos tuvimos dudas, los dos preferimos fingir que todo estaba bien, porque obviamente era el camino más fácil. 
Recuerdo formaste parte sin querer serlo de verdad. Amigos o ¿algo mas? Siempre fue amigos con algo más.

"Sólo vos vas a saber que Laura no está."

Como olvidar cuando me llevaste a una entrevista, y me harian un doping, seguramente ni tu, ni yo pasaríamos esa prueba. Pero sin duda podria ser pulga el que me salvará ese día, que orine en un condón, jajaja. Bueno esa solo fue de tantas experiencias.

Seguramente el destino volvia a jugarnos otra vuelta para variar o para no aburrirnos nos separo.
Puedo decir que jamás dejamos de buscarnos, de vernos casualmente, hablar, besarnos, tocarnos y sin duda reír.

Probablemente a los 25 años, después de tantas experiencias vividas, despues de muchas pérdidas, después de haber dejado pedazos de nuestros corazones regados en el universo, es hora de volver a vernos, es hora de que nuestros cuerpos coincidan, siempre con las mismas reglas, vos y yo.
¿Como poder negarme a vos? ¿como le dices que no? Si te encanta, no hay que hablar tanto para saber que nuestra piel se reconoce y extraña el roce.
Ya sabíamos las reglas del juego y estaban prohibidas las emociones. Los dos nos conocemos tan bien, que sabemos que no hay derechos, ni obligaciones, solo se permite disfrutar.

Puedo y quiero decirte que esta vez estaba segura de lo que era y de lo que no iba ser, pero dio un giro inesperado. Con un mes juntos otra vez, no podiamos dejar de vernos, dejar de besarnos, dejar de sonreír, era algo extraño. Yo pensaba "nara con la mente en el juego" , y pues me decidí no a quererte porque ya lo hacia, esta vez quería amarte y entregarte todo mi corazón. 
Estaba segura que no iba ser para siempre, que aunque mi corazón queria que fueras el payo de mi vida, yo siempre fui realista y aunque me eleve mas de lo que debía, no deje que se notará todo este amor.

Que puedo decirles era mi pelón, esa persona que no te juzga, esa persona con la cual te podes acostar con la luz apagada y hablar de miles de cosas, esa persona con la que podes ver una serie y comer como cerdos, esa persona con la que no ocultas ni un pedazo de ti, que te conoce completa, esa persona la cual conoces tan bien que sus defectos son perfectos, esa persona que puede cambiar el color de tu mundo, con el corazón mas humilde y tan lleno de amor, pero él no estaba muy dispuesto amar.
Lo sabía! Lo conocía! Mas yo queria sentirlo.

Sin duda tengo que admitir que amé a este hombre, con todo el corazón, que disfrute con este hombre todos los días, reímos, bailamos, dormimos, cantamos, fuimos en carro, nos bañamos, hicimos el amor tantas veces que perdí la cuenta, lo bese hasta que se le acabo el amor, lo abrace hasta que se le fueron las ganas.
Estoy segura que esta vez todo fue diferente, amaba hasta sus pedos, aún los extraño.

Un día fuimos a la playa, para mi fue un día tan loco, pero lo ame cada segundo que paso, pude ver como habia en el un hombre celoso y no muy dispuesto a compartirme.
Yo volvería a revivir cada momento a su lado y no lo cambiaria por nada, lo repetiría aunque el final  siempre sea el mismo.
A mi me bastaron 3 meses para que se volviera mi color favorito, para saber que mi corazón podía latir y detenerse al mismo tiempo si estaba a su lado, que sin importar cuantos fracasos más hubieron o habrán que dentro de mi aún  existía esa Nara, que yo no había muerto.
Y derrepente todo se me fue de las manos, había algo mas importante que un nosotros, simplemente nos dejamos de hablar, como que fuéramos dos desconocidos.

Mi corazón se destruyo, mi cuerpo  se convirtio en hielo, mi estómago tenia un gran nudo junto con mi garganta y mi mente sólo podia decirme "te lo dije". Lloré y llore como nunca he llorado, porque sabía que perdía algo más que el amor de mi vida, mi amigo, mi compañero, mi eso que no encuentro con nadie. Él se fue y con el se iba mi corazón, mis ganas de ser yo la linda.

No se como explicar esto, aún hay una parte de mi que no entiende como paso todo esto. ¿fueron palabras sin emociones? ¿hubo algo de amor de verdad? ¿puede alguien fingir tanto?  asi mi mente daba vueltas una y otra vez.

Pasaron  meses y mi corazón nunca ha podido sentir rencor, siempre esta dispuesto a perdonar, a dar segundas oportunidades, mi corazón siempre quiere amar.

Puedo decir que para mi el fue AMARILLO, porque estaba en todos lados, porque fue un color primario de mi vida, fue con el que aprendí que todavía hay mucho que debo dar, sin duda aunque nuestra vida no sea juntos siempre va ser el moustro de mis sueños.