Triste sin razón

Hoy sonó mi alarma a las 5:15, sin duda alguna no quería despertarme, había tanto frío que quise seguir escuchando dos minutos más la melodía. Decidí levantarme apagar la alarma porque empece a ver como se movían mis hijos en sus colchas.
Me levanté y al verme al espejo había algo que no se había despertado aún, mi sonrisa, usualmente siempre la traigo puesta. Pero sin duda hoy no estaba, sin ninguna razón, hoy no me acompañaba.

Decidí ponerme un vestido que me encanta, hacer me un peinado diferente, pintarme un poco más de costumbre, quería arreglar con cosas físicas mi sentir del corazón.
Algo sin duda me ponía triste, pero eran las 9 am y aún no lo había descifrado. Ya eran las  9:30 no había ni comido, estaba indecisa, preocupada, triste, sin ganas de nada. Realmente ¿no te ha pasado que amaneces un día mal? Y no sabes porque.  Pues eso me estaba pasando hoy.

Regularmente me gusta reír y hacer bromas, hacer reír a las personas es algo que me da satisfacción.  Pero hoy no tenía ánimos ni de hacer reír a mi alma.
He llegado a la conclusión que hoy me hace falta algo, es como cuando sales de casa y sales pensando que Olvidaste algo y no sabes que es. Eso mismo me estaba pasando, con la diferencia que no sabia que me hacia falta y tampoco en donde lo había dejado.

Entonces empieza a trabajar mi mente a querer analizar cuales son las opciones que tengo para sentirme mal, ¿será que ya me va venir? Me contesto: no puede ser si la semana pasada se acabo esa tortura, ¿será porque no he superado a mi ex? ¿será que es porque no he llegado a mi meta del chance? ¿serán los pagos pendientes? ¿será que necesito una pareja? ¿será que no soy feliz con mi vida? ¿esta era la vida que quería? Y así empecé a escarbar dentro de las posibles razones para estar con esta actitud.

Obviamente no puedo parar mi día para encontrar de inmediato la respuesta, así que tengo que ir a trabajar, tengo que visitar clientes, mostrar una gran, fingida pero muy convincente sonrisa. Pero sin duda por dentro hay algo que tengo muy claro que no esta bien.
Probablemente mi compañera va preguntar me que tengo, usualmente siempre hablo y mantengo una linda armonía al viajar en carro. Pero hoy como dicen "el gato me comió la lengua", trato de llevar una conversación normal para que no se de cuenta, de mi ausencia.

Sin duda ella se ha dado cuenta y para disfrazar este incómodo silencio del viaje, le sube a la radio. No entiendo como puedo estar acá, sin estarlo realmente; es tan confuso y tan desesperante. Yo quiero estar bien, ser feliz como todos los días, pues por lo menos reirme y dejar de pensar.
Así que sin pensarlo más le digo a mi mente que necesito descansar, le digo a mi corazón que quiero olvidar hoy ese amor que se que no hemos superado, le digo a mi álbum mental de esos buenos recuerdos que necesito cerrarlo y guardarlo en esa repisa mental, también seguro le hablo a mi estómago para que se sienta bien, que no tiene porque tener miedo, que mi mente nos esta exponiendo a algo que no esta pasando, que nos ha engañado toda la mañana. 

Así que después de convencer a todo mi cuerpo que tengo que trabajar y necesito suspender esta huelga. Llego a mi primera cita, me bajo del carro y en el se quedan todos mis sentimientos esperando a que regrese.