El mismo sitioo

Y allí estaba yo otra vez viendo mi reflejo, viendo como la edad ha comido algunas cosas en mi, revisando cada imperfección, repasando mis defectos, otra vez hablando con la de mi mente y ella conmigo, tratando de convencernos de la verdad. Otra vez se repite todo en el mismo sitio, ese mismo donde puedo hablar con mi mente, donde me susurra Dios y el diablo también quiere opinar.

Regularmente es un hábito acercarme y verme al espejo, algunas veces amarme y sorprenderme y algunas otras criticarme y decepcionarme. Todo depende de que quiera dejar entrar hoy, si los susurros del bien o del mal, siempre tengo que tomar una decisión y asumir las consecuencias.

Hablar conmigo es la parte más difícil del día, porque ella siempre esta inconforme porque probablemente no me esforce como sabíamos que lo podía hacer, porque dije algo que no lo pensé muy bien, porque sin querer lastime a alguien y no me Di cuenta, pero ella todo lo ve, todo lo siente; es muy dura y cruda para decirme las cosas.

Muchos piensan que la mayor batalla es con los que no te quieren, o tal vez con tu propia familia; para mi la mayor batalla he sido yo. Porque hay momentos que todos creen en mi, pero yo aún dudo de lo que soy capaz,  y si pues todos lo creen, como lo voy hacer? Si soy yo la que lo tiene que ejecutar.

El mundo se encargado de ponernos en un frasco, donde no es bueno moverte porque lo puedes quebrar, donde no puedes respirar tan fuerte porque lo empañas, donde es necesario tener una increíble apariencia para que como frasco puedas ser comprado y utilizado para lo que crees que te crearon.
Pero cuando a empiezas a entender la forma en la que tu trabajas, la forma en la que tu te mueves, en lo que haces con tu vida y en lo que provocas en tu corazón, te das cuenta que no hay nada escrito como tal, que probablemente para lo que crees que estas hecha, no es para lo que verdaderamente has nacido. Tenes que entender que tu proceso no será jamás igual al mío, que tu enemigos jamás serán los mismos, que tus pecados no serán iguales que los de nadie y que tu familia seguramente es otra, entonces como humanos esquematizamos el físico, la personalidad, el tono de voz, el olor, la ropa, tanto que olvidamos ver lo más importante, lo que llevamos dentro y dejamos de creer en nosotros porque creemos en lo que dice el mundo que está bien.

Como por ejemplo yo viéndome al espejo y queriendo forzar partes de mi a verse diferentes, al no creer que puedo ser bonita sin ser tan delgada, al no creer que puedo desbordar hermosura cuando hablo de lo que pienso, al no creer que amar es el mejor estado en el cual nos podemos mantener.

Hoy a mi me tocó entender que soy yo la única responsable de lo que veo, siento, pienso y hago, que sin duda tengo que amarme, aceptarme y aprender a verme diferente, porque no hay dos como yo, que probablemente siempre se repita esa batalla en el mismo sitio, y no porque no haya avanzado, sino porque todos los días tengo que convencerme de que tan valiosa soy, de que tanto puedo hacer y creer de lo que soy capaz, para así verme con esos ojos del alma y poder también ver diferente a los que me rodean.

Pero es un proceso, un maravilloso proceso que me permite conocerme, sentirme, amarme y saber realmente de que estoy hecha, un proceso sobre el cual aún sigo aprendiendo.

para ti cual es el mismo sitio donde repites tu batalla? Ya conoces el lugar?

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