ASESINA MENTAL
Si en cada decisión que no tomamos hay un universo, hoy quiero ir al universo donde no te conozco, donde me detengo a ese estúpido saludo y a esos tontos encuentros que tuvimos.
Quiero pasar otra vez por la misma calle, sin voltear a ver a la derecha, quiero no responder esa llamada de ese número desconocido, quiero decir que no a todas tus preguntas y poder tomar el control de mi vida.
Vivir sin estar atada a ti, desligarme completamente y ser libre como el viento.
No volver a verte y que la vida jamás nos vuelva a topar.
Si tan sólo pudiera ir a ese universo, donde mi vida es diferente, donde no existe tu recuerdo, ni tus caricias sobre mi piel; en donde no quiero encontrarte en los besos de alguien más.
Como poder abrir ese universo ahora, cuando ya es tarde para todo, porque no soporto ni el timbre de tu voz, que hace estragos en mi corazón, porque cuando te tengo enfrento solo quisiera sofocarte con toda la mierda que me he tenido que tragar por ti; por todo lo que hicimos y no pudimos terminar, por las responsabilidades que quedaron y que sólo le tocan a uno de los dos.
Ojalá pudiera haber un culpable, al cual le dieran latigazos y lo condenen a la silla eléctrica, en este caso tendríamos que ser los dos y terminar con todo lo que un día empezamos.
Jamás llegue a sentir frustración, enojó y ganas de vomitar al ver a alguien, por culpa de mis decisiones inocentes llenas de estupideces y sentimientos vacíos, que ahora me condenaran el resto de mi vida.
Pensar que en su momento fuiste una pieza necesaria para lograr mi misión, pero se me subieron pájaros a la cabeza; sin control, volando y azotando la poca razón que tenía en ese entonces, haciendo que cada parte de mi fallará, se hundiera y se ahogara, sin saber que estaba firmando una sentencia de muerte, acepte y destruí mi vida.
Tomando un caldo de sangre con pedazos de mi cuerpo, con mi alma pulverizada y mi corazón podrido. Atada esa maldita silla, sin poder moverme y tragándome la sopa hasta no dejar una gota.
Jamás pensé que una decisión pudiera destruirme tanto la vida, que literalmente le vendí mi alma al innombrable y él hace de mi lo que le da la gana. Trapeando el suelo conmigo y usándome de alfombra para limpiar las suelas de sus zapatos.
Tan miserable como yo, ninguno, ojalá que en la otra vida que te toque reencarnar te torturen, te arranquen cada uña, te corten los dedos, que atraviesen con cuchillos todos tus tendones y te deformen la cara, para que tal vez así puedas sentir un poco de la mierda que he tenido que vivir.
Pero de que me sirve esperar toda una vida para verte sufrir, si en esta vida puedo encargarme de tu calvario.
Así que no espero que duermas tranquilo, porque tengo un plan para destruirte, algo que va doler más que un golpe. Mi mente lleva años queriendo hacerte daño, imaginando una y otra vez tu asesinato; ,moviendo piezas y asegurando todo para no fallar.
Jamás pensé tener un ser tan retorcido dentro de mi, con tanta hambre por matar y poder vengar cada una de las lágrimas que derrame por ti, es que me perdí cuando me ahogaste, cuando tu amor se encargó conquistar cada tierra dentro de mi y supo quitarme todo lo que un día tuve; haciéndome tu esclava y acabando con mi dignidad.
Pero ahora que soy libre, mi mente está muy desconectada de la realidad, tan llena de veneno y mucha venganza, que sólo puede tener pensamientos retorcidos; que me hacen reír y que mi locura invada cada centímetro de mi.
Pudiendo decidir ahora lo que quiero, a pesar de las cadenas, me he construido unas alas, con pedazos de vidrio y las he pegado con saliva. He llegado hasta esa montaña frente a tu casa y hoy quiero volar.
Correr entre los árboles y sentir esa brisa entre mis dedos, llegar justamente a esa piedra y lanzarme al vacío.
Volando por los vientos dejando que mis alas caigan pedazo a pedazo, llevando conmigo cubetas de tu sangre y ahogándome en gritos hasta no respirar.
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